lunes, 3 de octubre de 2011

Cosas que me pasan 2

Hoy he llegado del trabajo a las ocho de la tarde y la perrita de mi hermano ya me estaba haciendo fiestas para que la sacase a pasear. Pocas ganas de fiestas y  paseos tenía yo, pero bueh... Saco al chucho de paseo y el chucho mea, el chucho caga y el chucho también se zampa la cabeza de un pájaro muerto que había detrás de unos arbustos.

Al llegar a casa me he cambiado de ropa y he vuelto a salir para correr. Prefiero correr por las mañanas pero aún hace buen tiempo y todavía me cuesta madrugar (duermo muy poco). He tenido que ponerme las pilas: en cuanto me he sentado par atarme los cordones de las zapatillas me ha entrado un bajón brutal y se me han quitado las ganas de todo, pero me he dado un pequeño empujón mental y hala, Kain a la calle otra vez.

Las agujetas que me ha producido la actividad en el nuevo trabajo me han hecho descubrir de forma dolorosa la ubicación de unos cuantos músculos cuya existencia no conocía hasta hoy. Me cago en tó lo que se menea...

Además de las agujetas me ha entrado flato y un ligero dolor de lumbago. Veinte minutos de carrera más tarde ya no me dolía nada de eso y estaba bastante a gustito. Ya había oscurecido del todo y al llegar al paseo marítimo podía ver las luces de las traiñas atrayendo a las presas con los focos apuntando a la mar. Soplaba algo de poniente y el paseo apestaba a salitre. Me han entrado unas ganas horribles de bajar hasta la orilla a oscuras, descalzarme, meter los pies en el agua y lavarme la cara con el mar... pero he seguido corriendo.


Cuando he llegado a casa me he arrepentido de no haberlo hecho.

3 comentarios:

  1. Bajón, flato y lumbago. Si fuera chica te diría que son síntomas de la regla.

    Debiste meterte en el mar, Kain. El cuerpo es sabio, y algunos deseos también.

    ¿Lo harás hoy?

    ResponderEliminar